Fueron vistas tres nutrias en la quebrada La Ayurá, en Envigado

El avistamiento de esta especie vulnerable es un indicador de la calidad de los ecosistemas hídricos y un impulso para continuar su protección.

Fueron vistas tres nutrias en la quebrada La Ayurá, en Envigado

Un espectáculo natural cargado de esperanza sorprendió a la comunidad de Envigado, tres nutrias neotropicales (Lontra longicaudis) fueron vistas jugando libremente en la quebrada La Ayurá. Este es apenas el segundo registro de esta especie en el municipio del sur del Valle de Aburrá y confirma que sus fuentes hídricas aún albergan vida silvestre valiosa.

Las nutrias, consideradas bioindicadoras, solo habitan cuerpos de agua con una calidad mínima adecuada para su supervivencia. Su avistamiento no solo despierta ternura, sino que habla de un entorno que resiste la contaminación y la fragmentación de hábitats, dos amenazas constantes para estos mamíferos semiacuáticos.

Un refugio clave en medio de múltiples amenazas

A nivel mundial, la nutria neotropical está clasificada como casi amenazada (NT) y en Colombia se cataloga como vulnerable (VU). Las razones son varias: la fragmentación de ecosistemas, la contaminación con mercurio y, particularmente en Antioquia, la expansión de hidroeléctricas que altera los corredores biológicos y reduce drásticamente sus poblaciones.

En regiones como el Norte y Nordeste antioqueño se ha documentado cómo la construcción de centrales ha aislado comunidades de nutrias, generando endogamia y pérdida de diversidad genética que podría conducir a extinciones locales.

Por eso, el Área Metropolitana destacó que la presencia de estas nutrias significa mucho más que una curiosidad para los amantes de la fauna, sino que también habla de un entorno que todavía ofrece cobertura vegetal, alimento suficiente y niveles de agua con oxígeno y PH adecuados para mantener el equilibrio de la vida.

Envigado se destaca como un territorio clave para proteger a las nutrias, pues allí se han registrado los avistamientos más recientes en todo el Valle de Aburrá. Esto ha sido posible gracias a iniciativas de conservación en espacios como el corredor del Humedal El Trianón – La Heliodora, donde hace un año se confirmó la presencia de la primera nutria en el municipio.

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