Hogar Elena y Juan, una familia para los niños más desamparados

A través de la historia se han presentado trágicos hechos que demuestran que los niños, las niñas y los adolescentes son de los principales grupos más vulnerados y afectados en cuanto a protección, desarrollo y formación integral. Razón por la cual muchas personas han creado lugares y espacios que les garantizan a ellos buenas condiciones para su crecimiento, supliendo sus necesidades básicas, enseñándoles buenos principios y valores que contribuyen a sus futuros formando personas de bien.

El Hogar Elena y Juan es uno de esos lugares; una institución sin ánimo de lucro que se ha dedicado durante 30 años a la protección de niños que viven en barrios de Envigado, aunque también algunos son de diferentes municipios del Valle de Aburrá y otras regiones como Urabá y Chocó.

La directora del hogar, Luz Marina Valencia hoyos y quien lleva en su cargo 29 años, cuenta que la fundadora del lugar, la señora María Cristina Calle Echeverri, es una persona llena de amor y bondad totalmente comprometida con propiciarle a sus niños un ambiente seguro para su cuidado y acompañamiento permanente. 

Actualmente, los más de 130 niños que hacen parte de la corporación, son educados con buenos principios y valores, están protegidos de los riesgos y peligros a los que están expuestos en sus entornos de origen donde se presentan problemáticas fuertes como el hecho de tener familias disfuncionales, condiciones de pobreza extrema y situaciones de violencia.

La directora explica que los menores llegan el día lunes en horas de la mañana y se quedan en el lugar hasta el viernes por la tarde; allí reciben alimentación, vestuario, educación, recreación y principalmente, como dice ella, “amor familiar”.

Cuentan con un proyecto que se llama Plan Padrino, el cual cobra 10 mil pesos mensuales a aquella persona o familias que apadrinan un menor para brindarle muchas más oportunidades de las que reciben en el hogar.

Historias

Luz Marina cuenta el caso de Luis, un niño con discapacidad. Ella explica que la madre lo acompañaba al hogar mientras él se arrastraba, ya que su disfunción no le permite caminar, pero que gracias al Plan Padrino se le pudieron costear siete diferentes cirugías en la Clínica Noel y en el Hospital San Vicente de Paul y ha logrado tener grandes avances. El chico, actualmente de 23 años de edad, vive en la institución ya que la madre nunca volvió.

Igualmente con orgullo y felicidad cuenta que han tenido niñas que han salido con profesiones de belleza y otros con profesiones como administración de empresas. 

La corporación recibe constantemente todo tipo de ayudas que las personas y demás instituciones brindan, como alimentos para los niños, ropa nueva y usada, juguetes, dinero, etc. Para realizar donaciones o recibir información sobre el Plan Padrino puede comunicarse al 331 39 92.