El cedro rojo de 22 metros de altura que, según la memoria local, habría sido sembrado por el propio escritor Fernando González hace más de seis décadas, tuvo que ser talado por seguridad. La decisión se tomó luego de múltiples estudios técnicos que evidenciaron su alto nivel de deterioro interno y riesgo de desplome.
¿Por qué se taló el cedro rojo de la Casa Museo Otraparte?
La Secretaría de Medio Ambiente de Envigado y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá fueron las entidades que, tras evaluar el estado del árbol, recomendaron su tala inmediata. Durante las inspecciones encontraron cavidades en el tronco, fracturas y una preocupante inclinación de la copa, además, los análisis tomográficos ultrasónicos revelaron una pérdida estructural de entre el 17% y el 24% en la base, zona donde se concentra el mayor esfuerzo del árbol.
Pese a la resistencia de la comunidad y de la misma Corporación Otraparte, se priorizó la seguridad de los visitantes, vecinos y peatones que transitan por el área.
Aunque el árbol fue talado, se preservó un tocón de cuatro metros de altura que seguirá cumpliendo funciones ecológicas y simbólicas en el lugar, además, los restos del cedro serán utilizados en proyectos artísticos y pedagógicos, con el objetivo de conservar su memoria como parte fundamental del paisaje natural e histórico de Otraparte.
También se sembrará una nueva especie de arobol para mantener la biodiversidad en el jardín de este espacio cultural.
