Este museo en Envigado hila su historia con máquinas de coser de más de 100 años

Máquinas de más de 100 años, esto es lo que exhibe el Museo Hilos de Historia que se encuentra ubicado en el barrio El Salado en Envigado.

Este museo con 160 máquinas industriales importadas de países como China, Japón y Estados Unidos, y que, además, pasaron por empresas de Antioquia y otras partes de Colombia, expresa la historia del proceso de la confección y del sector textil en el departamento.

Este lugar tiene un propósito y es el de llevar el mensaje que busca dar a entender que detrás de todos estos aparatos hay una cantidad de personas que trabajaron y establecieron una relación no solamente con las máquinas sino también con sus formas de vida. 

Francisco Daniel Patiño Martínez, un mecánico de confesión y creador del museo, trabajó 32 años en Inversiones El CID, una empresa de confecciones que exportada su producción a EE.UU. Él cuenta que allí nació la pasión por las máquinas, pues antes no le llamaban mucho la atención debido a que veía que su mamá trabajaba muy duro con ellas.

La idea de ir coleccionando este tipo de artículos, se le ocurrió a Francisco en la época en que llegó la tecnología y se implementaron otras máquinas modernas en las empresas y las viejas había que destruirlas porque ya no se utilizaban.

“Cuando empezaron a deshacerse de esas máquinas yo adquirí algunas y ahí fue donde comencé a coleccionarlas hace más o menos 30 años”.

Sus máquinas estuvieron exhibidas por un corto tiempo en el Museo El castillo, en Medellín, por la pandemia tuvo que quitar la colección que está catalogada como patrimonio cultural e inmueble de carácter utilitario.

El museo que hace aproximadamente un año se encuentra en Envigado, está dividido en cuatro salas, de las cuales una es donde se encuentran exhibidas las máquinas utilizadas para realizar sacos, otra está destinada para las que se usaban para pantalones, otra para blue jeans y la otra es una sala para las máquinas familiares, un lugar para la memoria que evoca el sonido de las máquinas manipuladas por las abuelas.

El lugar abre sus puertas de jueves a domingo desde las 11:00 a. m., sin embargo, Francisco dice que el está disponible para el día y la hora que las personas quieran visitar el museo.

Este es de esos lugares que, sin duda alguna, ayudan a entender la identidad y el sentido de pertenencia por un territorio.