Envigado cuenta con un parque que sin duda alguna alberga una gran naturaleza y contribuye a la biodiversidad y representa el patrimonio ambiental del municipio.
Se trata del Ecoparque El Salado, anteriormente era simplemente un lugar sin mayor importancia. Sin embargo, este sitio de 17 hectáreas con fuentes de agua, vegetación y fauna silvestre, se ha convertido en un espacio fundamental para la protección de los recursos naturales. Además, sirve de hogar para muchos animales silvestres.
Por su gran valor paisajístico El Salado se ha convertido en una zona de turismo que conserva más de 100 tipos de aves y tiene una gran riqueza en términos de fauna, pues conserva árboles de café, cacao, limón, naranja, mandarina, aguacate, mago, guayaba, entre otros.
Además, el lugar cuenta con senderos de alrededor de 1.800 metros que conducen a los miradores desde los cuales se puede observar a Envigado y parte del sur del Valle de Aburrá.
El espacio está diseñado para realizar varios tipos de actividades como comer en familia, ejercitarse con actividades deportivas y de aventura, senderismo, zona de picnic, avistamiento de aves, tiene siete charcos y quioscos con fogones que invitan a preparar sancochos y asados.
Este año se inauguró en El Salado un cánopy de 1.380 metros de recorrido con 11 estaciones que permiten observar el paisaje que conecta con la quebrada La Ayurá, donde se avistan más de 120 especies de aves, monos tití, iguanas y guatines.
La historia de El Salado, se remonta a principios del siglo XX, cuando los habitantes del municipio iban hasta las quebradas a lavar ropa. Este plan incluía paseo de olla y las mujeres preparaban el sancocho, mientras, los niños se divertían en los charcos.
De acuerdo con la Revista Semana, para mantener esa tradición, a finales de la década de los noventa, algunos líderes de Envigado decidieron comprar los terrenos aledaños a una de las franjas de la quebrada La Ayurá. Fue así como en noviembre de 2006 inauguraron el Ecoparque El Salado.
