“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor”, este es uno de los fragmentos más famosos del libro El Quijote de la Mancha, escrito por Miguel de Cervantes Saavedra, quien es considerado como uno de los grandes contribuyentes al engrandecimiento de la lengua española.
Es precisamente en honor a este escritor, “El Príncipe de los Ingenios Españoles”, que hoy se celebra el Día del Idioma Español, una fecha establecida por la Organización de Naciones Unidas con el propósito de divulgar la historia, la cultura y el uso de esta lengua como idioma.
En la actualidad, con 88.000 palabras, el español es la segunda lengua más hablada en el mundo después del mandarín, se estima que alrededor de 420 millones de personas tienen este idioma como lengua materna.
Tradicionalmente en el marco de la celebración del Día del Idioma, en las instituciones educativas se realizan actos cívicos donde estudiantes y profesores recuerdan el tan afamado Hidalgo de la Mancha y su creador Miguel de Cervantes, sin embargo, esta festividad debe ir más allá y convertirse en una reflexión sobre cómo nos estamos comunicando y el uso que le estamos dando a esta lengua.
Con el auge de las tecnologías, las redes sociales y la necesidad de la inmediatez, se ha ido deteriorando la forma correcta de escribir las palabras, han surgido nuevas abreviaturas que no existen en el idioma y se ha perdido el uso adecuado de los signos de puntuación.
La celebración del día del idioma debe ser una invitación a los buenos hábitos comunicativos, al buen uso de los términos, a rescatar la importancia de los signos de puntuación y a cumplir las normas de escritura de esta lengua romance.
